Akra-Leuke
Señor Paco
ESA ES LA CUESTIÓN
Entiendo, o al menos hago un esfuerzo para entender, que a los amantes de la política y gustosos de los partidos, así como los adoradores de ídolos con tinte de caudillos, pueda gustarle los espectáculos cómico-taurinos, más propio de los Enanitos Toreros, que dan los políticos que nos toca sufrir a los que creemos que la Democracia es otra cosa, y que en los Parlamentos, pese a los puntos de vista distintos que haya, como lo hay en la sociedad, han de dirimirse, debatirse, controlarse, con más clase y menos teatralidad zafia y barriobajera que se emplea, especialmente desde esa derecha, que no ha sabido arrancarse la sarna franquista de la piel, que es ladrona de oficio, y que aún se creen los dueños de la finca España y ellos los señoritos que a caballo debe recorrerla, dominarla y chuparle hasta el tuétano; siendo como es aún, al no haberse hecho un profundo reciclaje, y partir del nudo atado y bien atado, no quiere darse cuenta de que España debe avanzar hacia el mañana, y no postergarse en un pasado lleno de crímenes y vicios dominantes.
Causante de tantos males, comenzando por la creación de un separatismo, cuyas consecuencias estamos pagándolas muy caras; de la torpe y necia actitud de los recortes en educación, sanidad, investigación y tantas otras, con lo cual en sanidad ya vemos hacia donde nos ha llevado la insensatez del PP, son tan hipócritas, son tan necias, están tan escasos de dignidad y vergüenza, que no saben cómo desviar la atención ciudadana para que no se recree en sus despropósitos, su mal gobierno, y su bien ejercicio para la rapiña, la corrupción, y el establecimiento en España de la Cueva de Alí-Babá, situándola en la calle Génova madrileña.
¿Tan bajo puede caer el ser humano, aunque se tape del nombre de político? Porque un político es —o debe ser— otra cosa, pero por desgracia, no sólo desde esta parte que nacida del franquismo hoy intenta taparlo, sino que también desde la izquierda se comenten tropelías del mismo estilo y, para más INRI, sacan a relucir —algunos— las mismas malas artes del vocablo soez y la ruindad de emplear sus tiempos en la pendencia y no en la sana y honesta dedicación de resolver problemas, y en especial del que se les escapa a manos llenas: el aumento cada día mayor de familias que entran de lleno en la pobreza.
Toquen los trompeteros de cada agrupación el sonido que quieran; balanceen el botafumeiro los monaguillos de todas las esquinas para perfumar la hediondez de que llenan sus sedes; que sus palmeros palmeen hasta que las manos se les caigan al suelo, que solo harán de esta sociedad una sociedad cada día más asombrada y perpleja al ver a qué gente han votado…
¿España —la sociedad española— se merece estos espectáculos? NO, porque en vez de ir hacia el futuro, nos retrotraen a un pasado que ya debiera estar borrado de nuestras mentes… y SÍ, porque no se piensa detenidamente, a quién, o quiénes, se les da carta libre, con el voto, para ejercer su ordinariez, mostrarse zafios, e inservibles para la gobernanza.
¿Aprenderemos alguna vez? Esa es al cuestión.
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Entiendo, o al menos hago un esfuerzo para entender, que a los amantes de la política y gustosos de los partidos, así como los adoradores de ídolos con tinte de caudillos, pueda gustarle los espectáculos cómico-taurinos, más propio de los Enanitos Toreros, que dan los políticos que nos toca sufrir a los que creemos que la Democracia es otra cosa, y que en los Parlamentos, pese a los puntos de vista distintos que haya, como lo hay en la sociedad, han de dirimirse, debatirse, controlarse, con más clase y menos teatralidad zafia y barriobajera que se emplea, especialmente desde esa derecha, que no ha sabido arrancarse la sarna franquista de la piel, que es ladrona de oficio, y que aún se creen los dueños de la finca España y ellos los señoritos que a caballo debe recorrerla, dominarla y chuparle hasta el tuétano; siendo como es aún, al no haberse hecho un profundo reciclaje, y partir del nudo atado y bien atado, no quiere darse cuenta de que España debe avanzar hacia el mañana, y no postergarse en un pasado lleno de crímenes y vicios dominantes.
Causante de tantos males, comenzando por la creación de un separatismo, cuyas consecuencias estamos pagándolas muy caras; de la torpe y necia actitud de los recortes en educación, sanidad, investigación y tantas otras, con lo cual en sanidad ya vemos hacia donde nos ha llevado la insensatez del PP, son tan hipócritas, son tan necias, están tan escasos de dignidad y vergüenza, que no saben cómo desviar la atención ciudadana para que no se recree en sus despropósitos, su mal gobierno, y su bien ejercicio para la rapiña, la corrupción, y el establecimiento en España de la Cueva de Alí-Babá, situándola en la calle Génova madrileña.
¿Tan bajo puede caer el ser humano, aunque se tape del nombre de político? Porque un político es —o debe ser— otra cosa, pero por desgracia, no sólo desde esta parte que nacida del franquismo hoy intenta taparlo, sino que también desde la izquierda se comenten tropelías del mismo estilo y, para más INRI, sacan a relucir —algunos— las mismas malas artes del vocablo soez y la ruindad de emplear sus tiempos en la pendencia y no en la sana y honesta dedicación de resolver problemas, y en especial del que se les escapa a manos llenas: el aumento cada día mayor de familias que entran de lleno en la pobreza.
Toquen los trompeteros de cada agrupación el sonido que quieran; balanceen el botafumeiro los monaguillos de todas las esquinas para perfumar la hediondez de que llenan sus sedes; que sus palmeros palmeen hasta que las manos se les caigan al suelo, que solo harán de esta sociedad una sociedad cada día más asombrada y perpleja al ver a qué gente han votado…
¿España —la sociedad española— se merece estos espectáculos? NO, porque en vez de ir hacia el futuro, nos retrotraen a un pasado que ya debiera estar borrado de nuestras mentes… y SÍ, porque no se piensa detenidamente, a quién, o quiénes, se les da carta libre, con el voto, para ejercer su ordinariez, mostrarse zafios, e inservibles para la gobernanza.
¿Aprenderemos alguna vez? Esa es al cuestión.
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