Peritta
Don Paco
Como ven no he dicho el nombre para que a nadie le salgan sarpullidos.
El General Bajito fue el último y más brillante de los generales decimonónicos e incluyo ahí al Corso ése de las frasecitas -Los hombres se miden de la cabeza al cielo y no de la cabeza al suelo- que también era bajito para ser general de artillería (los de artillería han sido tradicionalmente tíos grandotes por aquello de tener que mover las piezas).
Y pienso que no tomó Madrid (¡No pasarán! escribían los de las consignas -que no frasecitas- ofreciéndole el pico de la muleta a ver si embestía) porque podría conquistarla con más o menos esfuerzo y muchas bajas, pero de ninguna manera podría ocuparla pues no tenía gente suficiente, y destinó aquellos esfuerzos a la liberación de los sitiados en El Alcazar.
¿Golpe de propaganda?. Puede que sí, pero hasta que no se llamaron a las quintas a filas los ejércitos eran muy pequeñitos y el General Bajito tuvo el temple de no aceptar ese caramelo envenenado. El Corso de las frasecitas (Ésa maldita guerra me perdió) sí, que bien que lo intentó con Moscú para que veas tú
que la avaricia acaba rompiendo el saco.
El considerar al General Bajito poco menos que gelipoñas no sólo es un insulto a los que combatieron contra él, que por tanto serían aún más gelipoñas, sino a la propia inteligencia de las generaciones actuales. Vivo, sagaz, mañoso, astuto y taimado sí, pero gelipoñas no. Ni de coña. Que no sigan por ahí los de babor, que la gente joven no es que no les tomen en serio sino que se les van a empezar a cachondear.
Avisaos estáis.
Pero como también se habla de la política del General Bajito (haga lo que yo señor ministro: no se meta en política) no tengo más que mencionar como gestionó la cosa cuando se presentó ad portas el Aníbal de la época.
-No, no entres tú hermoso mío, que ya salgo yo a torearte.
Y es que a un león, aunque don Adolfo tenía más de toro que de león, no se le podía ir a puñetazos y menos con un triste palo. Y menos aún en las calendas de Octubre de 1940 después de haber conquistado Francia en un mes. Al palo hay echarle por lo menos una muleta y a la faena arte y pelotas.
También, todo hay que decirlo, estaba informado por el Almirante Canaris -amigo personal- que odiaba profundamente a los nazis (no sé por qué aún no tenemos una placa o una estatua al Almirante Canaris por ahí), de las carencias de don Adolfo para tomar Gibraltar pues habían dejado de fabricar artillería de sitio por culpa de la blietzkrigg o como puñetas se escriba y de la guerra ésa con muchas prisas.
Amen de que tampoco pensaba ayudarle a defender las Canarias de los ingleses si es que a España la envolvían en la vorágine de la segunda Guerra Mundial y en su bando
en el de él.
Y es que en la Alemania ésa los soldados juraban a don Adolfo y no a Alemania quiero decir.
También consultó a don Luis (Carero Blanco que en paz descanse) que entonces no sé si sería almirante y, como buen marino, le aconsejó que hasta que no se cerrara el Mediterráneo por el otro lado se dejara de aventuras imposibles.
Total que el General Bajito pidió la luna a sabiendas que don Adolfo no se la iba a poder bajar y dijo aquello de que prefería que le sacaran una muela a discutir con un gallego.
También dicen que alargó mucho su dictadura, que debería haberlo dejado mucho antes, pero en 1948 entraron los maquís (unos 5.000). Total que no le dejaron dimitir aunque hubiera querido.
De la creación de las Universidades Laborales y otras ideícas, no sé si suyas o de los sindicatos de gremio aquellos, ya hablaré otro día, pero éso fue posterior, cuando se quitó la hambre.
la de las cornás.
Y es que se quitaron antes las cartillas de racionamiento en Alemania (cosas de mister Marshall y del Konrad Adenagüer aquél que era ás listo que la de las cornás) que en España (cuando los ingleses dejaron ¡por fín! pasar barcos con trigo argentino hacia Estepaís. Éso sí fue un bloqueo y no lo de Cuba).
_________________________
FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.
El General Bajito fue el último y más brillante de los generales decimonónicos e incluyo ahí al Corso ése de las frasecitas -Los hombres se miden de la cabeza al cielo y no de la cabeza al suelo- que también era bajito para ser general de artillería (los de artillería han sido tradicionalmente tíos grandotes por aquello de tener que mover las piezas).
Y pienso que no tomó Madrid (¡No pasarán! escribían los de las consignas -que no frasecitas- ofreciéndole el pico de la muleta a ver si embestía) porque podría conquistarla con más o menos esfuerzo y muchas bajas, pero de ninguna manera podría ocuparla pues no tenía gente suficiente, y destinó aquellos esfuerzos a la liberación de los sitiados en El Alcazar.
¿Golpe de propaganda?. Puede que sí, pero hasta que no se llamaron a las quintas a filas los ejércitos eran muy pequeñitos y el General Bajito tuvo el temple de no aceptar ese caramelo envenenado. El Corso de las frasecitas (Ésa maldita guerra me perdió) sí, que bien que lo intentó con Moscú para que veas tú
que la avaricia acaba rompiendo el saco.
El considerar al General Bajito poco menos que gelipoñas no sólo es un insulto a los que combatieron contra él, que por tanto serían aún más gelipoñas, sino a la propia inteligencia de las generaciones actuales. Vivo, sagaz, mañoso, astuto y taimado sí, pero gelipoñas no. Ni de coña. Que no sigan por ahí los de babor, que la gente joven no es que no les tomen en serio sino que se les van a empezar a cachondear.
Avisaos estáis.
Pero como también se habla de la política del General Bajito (haga lo que yo señor ministro: no se meta en política) no tengo más que mencionar como gestionó la cosa cuando se presentó ad portas el Aníbal de la época.
-No, no entres tú hermoso mío, que ya salgo yo a torearte.
Y es que a un león, aunque don Adolfo tenía más de toro que de león, no se le podía ir a puñetazos y menos con un triste palo. Y menos aún en las calendas de Octubre de 1940 después de haber conquistado Francia en un mes. Al palo hay echarle por lo menos una muleta y a la faena arte y pelotas.
También, todo hay que decirlo, estaba informado por el Almirante Canaris -amigo personal- que odiaba profundamente a los nazis (no sé por qué aún no tenemos una placa o una estatua al Almirante Canaris por ahí), de las carencias de don Adolfo para tomar Gibraltar pues habían dejado de fabricar artillería de sitio por culpa de la blietzkrigg o como puñetas se escriba y de la guerra ésa con muchas prisas.
Amen de que tampoco pensaba ayudarle a defender las Canarias de los ingleses si es que a España la envolvían en la vorágine de la segunda Guerra Mundial y en su bando
en el de él.
Y es que en la Alemania ésa los soldados juraban a don Adolfo y no a Alemania quiero decir.
También consultó a don Luis (Carero Blanco que en paz descanse) que entonces no sé si sería almirante y, como buen marino, le aconsejó que hasta que no se cerrara el Mediterráneo por el otro lado se dejara de aventuras imposibles.
Total que el General Bajito pidió la luna a sabiendas que don Adolfo no se la iba a poder bajar y dijo aquello de que prefería que le sacaran una muela a discutir con un gallego.
También dicen que alargó mucho su dictadura, que debería haberlo dejado mucho antes, pero en 1948 entraron los maquís (unos 5.000). Total que no le dejaron dimitir aunque hubiera querido.
De la creación de las Universidades Laborales y otras ideícas, no sé si suyas o de los sindicatos de gremio aquellos, ya hablaré otro día, pero éso fue posterior, cuando se quitó la hambre.
la de las cornás.
Y es que se quitaron antes las cartillas de racionamiento en Alemania (cosas de mister Marshall y del Konrad Adenagüer aquél que era ás listo que la de las cornás) que en España (cuando los ingleses dejaron ¡por fín! pasar barcos con trigo argentino hacia Estepaís. Éso sí fue un bloqueo y no lo de Cuba).
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.
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